Tanto externa como internamente, la Grand Vitara resulta idéntica, salvo un logotipo posterior 4x4 y una cola de escape cromada. Una vez adentro hay qye fijarse muy bien en los distintos controles para encontrar los de la caja de transferencia y reductora, además del control de estabilidad, que en la 4x4 es equipo estándar. Situados justo debajo de los mandos de la climatización, el control de la tracción se hace con un mando giratorio en el que se puede elegir entre cuatro posiciones distintas: neutral, 4H, 4H lock y 4L.
El comportamiento en campo de la Gran Vitara es muy bueno, sube por lugares donde otros 4x4 no lo harían gracias a la reductora y el bloqueo del diferencial. En caminos abruptos, esta Suzuki se comporta realmente bien, aunque su altura la limita un poco a la hora de afrontar zonas trialeras, con piedras grandes o desniveles importantes.
