Un mini M3 que nos sorprende por la habilidad que tiene para cambiar de carácter como si de dos modelos diferentes se tratara. El motor sigue comportándose tan bien como antes, con una inmediatez de respuesta que nos hace pensar por un momento que se trata de un motor supercargado y no de un turbo. Presume los mismo ajustes del bastidor que su hermano menor que, sumados a un motor con bastante más energía, le permiten explotar mejor sus capacidades dinámicas.