Para finales del año 1989, Porsche introdujo la generación 964, un 911 totalmente nuevo que llevaría la marca por los años 90 a un ritmo vertiginoso. Esta generación también tendría su Carrera, pero ya fue un auto muy diferente al original. Este modelo en particular ha sido modificado para mejorar su desempeño en pista, con una suspensión ajustable para sacarle provecho a las semislicks Advan A048, motor alterado aunque no demasiado, solamente un poco más vivo a la altitud de la Ciudad de México, y una pequeña cola de pato al estilo del primer Carrera, como honrando su pasado.