Mi carril. Algunos conductores se sienten muy cómodos circulando en carriles que no son el de la derecha sin ceder el paso a los que pretenden rebasar. Muchos de ellos circulan por el carril de en medio y los más lentos por el carril izquierdo. Generalmente no miran los espejos o voluntariamente no ceden el paso, algunos bajo el argumento de circular a la máxima permitida.
El tren. Los que van rebasando a veces forman un tren donde van todos juntos y a la misma velocidad y ninguno regresa al carril derecho. Esto entorpece la circulación. En el tránsito no hay lugares reservado para nadie. Una vez que se termine un rebase, hay que circular por los carriles de la derecha.
La direccional pegada. Hay conductores que sólo ocupan el carril de la izquierda con la direccional encendida a la izquierda de manera permanente. Generalmente van a exceso de velocidad queriendo hacer que todos los demás se quiten del camino. Ésta es una actitud prepotente y descortés, y que además no considera que ellos mismos podrían ser rebasados. No los confrontes, déjalos pasar y te mantendrás a salvo.