Entrega muy saludables 223 HP. suficientes para alcanzar 100 km/h justo por debajo de los ocho segundos; para llegar a una máxima de 245 que incluso teniendo en cuenta el error en la calibración del velocímetro, se traduce en unos 234 reales; impresionante para un 2.0 litros. Los frenos y la suspensión también son específicos para este modelo. Los primeros incluyen rotores de mayor diámetros y pastillas de compuesto más resistente al calentamiento; no son para pista pero bastan para las intenciones velocistas del cliente objetivo del Beetle.
No tienen ningún tipo de indicador que muestre la temperatura del motor, tienen dos guanteras, una superior al estilo del vocho de antaño y la clásica con llave más abajo.
