miércoles, 17 de julio de 2019

Manejando Shelby GT-H


Manejando Shelby GT-H

Manejar este Shelby es una delicia para el fanático del músculo americano. Devora gran parte de los caminos californianos: desde la interestatal 1, al lado del Océano Pacífico, hasta las cerradas curvas en Napa Valley, cuna del mejor vino de la región, siempre bajo la mirada de una sociedad que adora e infla el pecho de orgullo con éste, su hijo pródigo de cuatro ruedas. La gente conocedora de la historia no deja de compararlo con el 66 original, la mayoría de las veces para bien, gracias al éxito de los guiños en el diseño.

Los más jóvenes lo ven como un Mustang modificado, fenómeno que les atrae y hasta detienen su andar con la ulisión de disfrutar en primera fila un salvaje arrancón.